Nahum
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Nahúm profetizó cuando el poderío asirio se venía abajo, a la muerte
de Asurbanipal, su último rey, el año 626. En el año 612 los aliados
medos y babilonios atacaron y destruyeron a Nínive, capital de
los asirios. Pero ya antes de esa fecha los asirios habían ido
perdiendo su dominio sobre los pueblos que esclavizaban y que
les tenían odio profundo. Entre esos pueblos estaban los judíos.
Los poemas de Nahúm reflejan el corazón de un patriota que cree
que el Señor gobierna la historia de los pueblos.
Capítulo 1
La ira vengadora de Dios
1:1 Profecía sobre Nínive.
Libro de la visión de Nahum de Elcos.
1:2 Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es
vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios,
y guarda enojo para sus enemigos.
1:3 Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no
tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en
la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus
pies.
1:4 El amenaza al mar, y lo hace secar, y angosta todos los ríos;
Basán fue destruido, y el Carmelo, y la flor del Líbano
fue destruida.
1:5 Los montes tiemblan delante de él, y los collados se
derriten; la tierra se conmueve a su presencia, y el mundo, y
todos los que en él habitan.
1:6 ¿Quién permanecerá delante de su ira?
¿y quién quedará en pie en el ardor de su
enojo? Su ira se derrama como fuego, y por él se hienden
las peñas.
1:7 Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia;
y conoce a los que en él confían.
1:8 Mas con inundación impetuosa consumirá a sus
adversarios, y tinieblas perseguirán a sus enemigos.
1:9 ¿Qué pensáis contra Jehová? El
hará consumación; no tomará venganza dos
veces de sus enemigos.
1:10 Aunque sean como espinos entretejidos, y estén empapados
en su embriaguez, serán consumidos como hojarasca completamente
seca.
1:11 De ti salió el que imaginó mal contra Jehová,
un consejero perverso.
1:12 Así ha dicho Jehová: Aunque reposo tengan,
y sean tantos, aun así serán talados, y él
pasará. Bastante te he afligido; no te afligiré
ya más.
1:13 Porque ahora quebraré su yugo de sobre ti, y romperé
tus coyundas.
1:14 Mas acerca de ti mandará Jehová, que no quede
ni memoria de tu nombre; de la casa de tu dios destruiré
escultura y estatua de fundición; allí pondré
tu sepulcro, porque fuiste vil.
Anuncio de la caída de Nínive
1:15 He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas
nuevas, del que anuncia la paz.
Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque
nunca más volverá a pasar por ti el malvado; pereció
del todo.
Capítulo 2
2:1 Subió destruidor contra ti; guarda la fortaleza, vigila
el camino, cíñete los lomos, refuerza mucho tu poder.
2:2 Porque Jehová restaurará la gloria de Jacob como
la gloria de Israel; porque saqueadores los saquearon, y estropearon
sus mugrones.
2:3 El escudo de sus valientes estará enrojecido, los varones
de su ejército vestidos de grana; el carro como fuego de
antorchas; el día que se prepare, temblarán las hayas.
2:4 Los carros se precipitarán a las plazas, con estruendo
rodarán por las calles; su aspecto será como antorchas
encendidas, correrán como relámpagos.
2:5 Se acordará él de sus valientes; se atropellarán
en su marcha; se apresurarán a su muro, y la defensa se preparará.
2:6 Las puertas de los ríos se abrirán, y el palacio
será destruido.
2:7 Y la reina será cautiva; mandarán que suba, y
sus criadas la llevarán gimiendo como palomas, golpeándose
sus pechos.
2:8 Fue Nínive de tiempo antiguo como estanque de aguas;
pero ellos huyen. Dicen: ¡Deteneos, deteneos!; pero ninguno
mira.
2:9 Saquead plata, saquead oro; no hay fin de las riquezas y suntuosidad
de toda clase de efectos codiciables.
2:10 Vacía, agotada y desolada está, y el corazón
desfallecido; temblor de rodillas, dolor en las entrañas,
rostros demudados.
2:11 ¿Qué es de la guarida de los leones, y de la
majada de los cachorros de los leones, donde se recogía el
león y la leona, y los cachorros del león, y no había
quien los espantase?
2:12 El león arrebataba en abundancia para sus cachorros,
y ahogaba para sus leonas, y llenaba de presa sus cavernas, y de
robo sus guaridas.
Destrucción total de Nínive
2:13 Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos.
Encenderé y reduciré a humo tus carros, y espada
devorará tus leoncillos; y cortaré de la tierra
tu robo, y nunca más se oirá la voz de tus mensajeros.
Capítulo 3
3:1 ¡Ay de ti, ciudad sanguinaria, toda llena de mentira y
de rapiña, sin apartarte del pillaje!
3:2 Chasquido de látigo, y fragor de ruedas, caballo atropellador,
y carro que salta;
3:3 jinete enhiesto, y resplandor de espada, y resplandor de lanza;
y multitud de muertos, y multitud de cadáveres; cadáveres
sin fin, y en sus cadáveres tropezarán,
3:4 a causa de la multitud de las fornicaciones de la ramera de
hermosa gracia, maestra en hechizos, que seduce a las naciones con
sus fornicaciones, y a los pueblos con sus hechizos.
3:5 Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos,
y descubriré tus faldas en tu rostro, y mostraré a
las naciones tu desnudez, y a los reinos tu vergüenza.
3:6 Y echaré sobre ti inmundicias, y te afrentaré,
y te pondré como estiércol.
3:7 Todos los que te vieren se apartarán de ti, y dirán:
Nínive es asolada; ¿quién se compadecerá
de ella? ¿Dónde te buscaré consoladores?
3:8 ¿Eres tú mejor que Tebas, que estaba asentada
junto al Nilo, rodeada de aguas, cuyo baluarte era el mar, y aguas
por muro?
3:9 Etiopía era su fortaleza, también Egipto, y eso
sin límite; Fut y Libia fueron sus ayudadores.
3:10 Sin embargo ella fue llevada en cautiverio; también
sus pequeños fueron estrellados en las encrucijadas de todas
las calles, y sobre sus varones echaron suertes, y todos sus grandes
fueron aprisionados con grillos.
3:11 Tú también serás embriagada, y serás
encerrada; tú también buscarás refugio a causa
del enemigo.
3:12 Todas tus fortalezas serán cual higueras con brevas,
que si las sacuden, caen en la boca del que las ha de comer.
3:13 He aquí, tu pueblo será como mujeres en medio
de ti; las puertas de tu tierra se abrirán de par en par
a tus enemigos; fuego consumirá tus cerrojos.
3:14 Provéete de agua para el asedio, refuerza tus fortalezas;
entra en el lodo, pisa el barro, refuerza el horno.
3:15 Allí te consumirá el fuego, te talará
la espada, te devorará como pulgón; multiplícate
como langosta, multiplícate como el langostón.
3:16 Multiplicaste tus mercaderes más que las estrellas del
cielo; la langosta hizo presa, y voló.
3:17 Tus príncipes serán como langostas, y tus grandes
como nubes de langostas que se sientan en vallados en día
de frío; salido el sol se van, y no se conoce el lugar donde
están.
3:18 Durmieron tus pastores, oh rey de Asiria, reposaron tus valientes;
tu pueblo se derramó por los montes, y no hay quien lo junte.
3:19 No hay medicina para tu quebradura; tu herida es incurable;
todos los que oigan tu fama batirán las manos sobre ti, porque
¿sobre quién no pasó continuamente tu maldad?
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