¿Cómo es Dios?
"¿Cómo es Dios?", preguntó una niña a su mamá. ¡Pregunta profunda! — que muchos han hecho, y que muchos que se consideran sabios no han podido contestar.
"Es como el sol", dijeron los antiguos, "el Dador de la luz y la vida, poderoso y espléndido". "Es como el fuego", afirmaron otros, "calentando, purificando, destruyendo". "No", expresaron otros más, "Dios es como las montañas, majestuoso, alejado de los hombres, inmutable e invariable". Es así como unos adoran el sol, otros el fuego, y otros más las montañas.
Los hombres han dicho que Dios es poder;
que es la naturaleza misma; un Ser omnipotente, que es fuerte, que es débil, que es egoísta, que es altruista, que es bondadoso; que es cruel; que es como los buenos hombres, y que es como los malos hombres.
¡Todas estas teorías están equivocadas!
¿Cómo es Dios? ¿Quién lo sabe? ¿Puede el hombre saberlo? ¡Por supuesto que sí! Pues hace cerca de dos mil años que se escribió la respuesta con caracteres indelebles en los archivos del mundo.
Dios es el fiel Pastor. Provee buenos pastos para Sus ovejas; las conduce con paciencia, y calma sus temores.
Dios es el gran Médico. Se compadece de los que sufren y tiene remedio eficaz para todos aquéllos.
Dios es el Maestro Perfecto, conocedor de toda sabiduría. Conoce la mente y el corazón humano, y se manifiesta a todos los que Le buscan.
Dios es el Buen Vecino, dispuesto a ir de muy buena voluntad, en cualquier hora, a socorrer y consolar a los necesitados, tanto espiritual como materialmente.
Dios es el Padre, sabio, amante, proveedor, consejero y disciplinador. Dios goza cuando Sus hijos son buenos y prósperos; y sufre cuando ellos sufren o se apartan de Sus sendas por caminos escabrosos.
¿Cómo sabemos que así es Dios? Ah, ¡por qué no lo sabemos! Desde que Cristo vino a este mundo a enseñar, sanar, consolar, y morir por nosotros, ya no andamos en oscuridad. Ya no ignoramos cómo es Dios. ¡Sabemos que El es como Jesucristo, la Luz del mundo!
Conociendo a Jesucristo, conocemos a Dios. Jesús dijo: "Yo y el Padre uno somos". Y en otro lugar dice: "Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto". Y a uno de Sus discípulos, le responde: "El que me ha visto a mi, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?" (Jn. 10:30;
14:7, 9) r ¡ Si queremos saber cómo es Dios, debemos creer que Jesucristo "es la imagen del Dios invisible" (Col. 1:15; véase 2:9).
¿Cómo es Dios? Ahora ya podemos decir como es, puesto que Le conocemos a través de Jesucristo.
Ahora sabemos que Dios es un Dios paciente, que no quiere que el hombre perezca, sino que todos, hombres y mujeres, procedan al arrepentimiento (2 P. 3:9).
Dios nos mostró Su inmenso, Su infinito amor al darnos a Su Hijo. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda..." (Jn. 3:16).
Sabemos también que Dios es digno de nuestro amor, nuestra adoración, y nuestra confianza.
¿Conoce usted a Dios? Si Le conoce porque conoce a Jesucristo, puede decir con los creyentes de todos los siglos: "Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; El nos guiará aun más allá de la muerte" (Salmo 48:14).
Dios no es el sol, no es el fuego, no es una montaña; no se ha olvidado de nosotros. Dios es el Dios de amor y misericordia que le busca, que está llamando a la puerta de su corazón pidiéndole que se arrepienta de su pecado, porque El no quiere que Ud. se pierda para siempre. "Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confia en él” (Sal. 34:8). "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado" (Jn. 17:3). |